Otro año más acudimos a Dubbo, a ver a “nuestras” familias, a nuestros niños, a nuestra gente…

Esta vez somos 5 y, tras una gran escala en Arabia Saudí, estar en Addis Abeba 4 días esperando el equipaje (no ha llegado nada), por fin llegamos a casa.

¿Cómo están los pequeños?, parece que algo mejor, aunque los voluntarios que llegan por primera vez, siempre dicen: “pues si ahora están mejor como estarían el año pasado”. Y es cierto, pero para nosotros cualquier ápice de mejoría es para celebrarlo: que estén más limpios, menos desnutridos, más contentos, con menos heridas, menos enfermos…

Llegamos por la noche, y estábamos deseando que amaneciera para ver a los niños. En cuanto la puerta se abre y nos ven, comienza la revolución: abrazos, besos y sobretodo sonrisas, esas sonrisas que te enamoran en cuanto las ves. En ese momento los voluntarios “primerizos” tienen su primer choque de realidad. Porque aunque hemos estado unos días en Addis Abeba, y durante las 4 o 5 horas que unen la capital con Dubbo, observas el camino y sus gentes, hasta que no tienes el contacto directo, no asumes el por qué y qué vas a hacer allí.

El “Aula de vacaciones” está desarrollándose satisfactoriamente, acuden sólo 500 niños, porque el gobierno no ha dado permiso para que asistan más niños. ¡Es genial ver cómo disfrutan con el agua!. Los niños dan la bienvenida a sus nuevos amigos, y recuerdas la primera vez que oíste esas canciones, en ese momento desconocidas, y  que ahora ya forman parte de ti.

Hemos vistos terminada la remodelación de los pabellones pediátricos, con sus camitas pequeñas, los nuevos sillones para los padres, la nueva ropa de cama… Todavía hay que seguir trabajando con los padres para que no se metan en la cama con los niños.

Afortunadamente este año hemos enviado mucha ropa durante el año y hemos podido vestir a muchísima gente, aunque siempre es insuficiente.

Realizando las visitas a las familias vamos notando que, poco a poco, van mejorando, que cuidan más de los niños, incluido los padres (antes recaía de manera exclusiva en las madres), las casas están más limpias y ordenadas y aumentan los niños que acuden a la escuela.

Las 5 volvemos a casa satisfechas por el trabajo realizado, insatisfechas por lo que queda por hacer, preocupadas por algunas familias, indignadas por la situación de muchos niños y…… con la cabeza llena de proyectos, iniciativas……

VOLVEREMOS.

Crear-Sonrisas